ARTÍCULOS

 

Cuando era pequeño me gustaba desmontar mis juguetes, sobretodo los que tenían algún tipo de movimiento, abrirlos, estudiarlos, entender su funcionamiento y volverlos a montar. Ahora, siendo un poco más mayor (solo un poco), siento pasión por des_piezar las palabras, como si de uno de esos artilugios mecánicos de mi pasado se tratara, para así ver las partes por separado, y al re_juntarlas entender mejor su funcionamiento. 

En este caso las palabra unidas son “ínter” y “subjetividad". “Inter” significa entre, y “subjetividad” tiene que ver con el punto de vista del sujeto, con su particular percepción del mundo y de si mismo. 
Por tanto, al unir ambas “piezas”, aparece un tercer “dispositivo”, el que da forma, o sea, materializa el concepto de “encuentro de sujetos”, o lo que es lo mismo, contacto, cooperación y por tanto, el fin del paradigma caduco de la ley del más fuerte y la competición. Apoyo y crecimiento humano, y si hace falta confrontación cuando aparece este residuo del pasado patriarcal, dando alas al cambio, a lo nuevo, al aire oxigenado, a lo auténtico, en definitiva, a dar más valor a lo presente que a lo ausente, a lo actual que a lo obsoleto.

Colocar el nosotros/as frente al yo, lo común frente a lo individual, el desplazar el foco del “yo” al “nosotros/as”, de lo individual a lo colectivo, del “yo puedo con todo”, al “yo colaboro con otras personas”.

Uno de los espacios en los que me ejercito es el del grupo, enfocándolo a expresar lo no expresado. Y al hacerlo en grupo, la experiencia se amplifica, las ex_presiones (sacar fuera la presión_tensión de dentro) se solapan, y lo que expresa otra persona puede serme de gran ayuda para lo mío, y viceversa. Ser testigo de las subjetividades ajenas, puede darme mayor comprensión del tema y de mi mismo/a.
Yo lo llevo a lo lúdico, a través del juego conectamos con lo que está pasando en este momento, ya que sería impensable jugar al parchís queriendo volver a la partida de ayer. Cada vez que juegamos_actuamos, lo hacemos “ahora”, y esto es motor transformador de nuestra realidad.

Expresarnos en grupo para que la conexión entre personas y sus subjetividades se dé de una forma más clara, más transparente. Quizás de esta manera lleguemos a diluir estas diferentes percepciones de una misma realidad en algo mas objetivo, más obvio, y que esta inter_subjetividad se vaya transformando en el puente que nos une. 

Haciendo una analogía con lo neurológico, este puente de unión podría ser como el espacio sináptico que existe entre neuronas y donde se da el intercambio químico de información. 
Si establecemos un nexo con la neurociencia, podríamos decir que cada persona es como una neurona que se relaciona con otras, y que el lugar donde estas se encuentran es el cerebro. Los seres humanos y nuestras diferentes subjetividades, nos encontramos en el planeta tierra, nuestro gran “cerebro”. Si las neuronas son mensajeras que se transmiten información “inter_neuronal”, las personas nos transmitimos información “inter_subjetiva”, siendo la electricidad el vehículo de las primera, y la ex_presión (con todo su abanico de formas) el de las segundas. 

Concluyo con la siguiente reflexión: lo que nos separa, nuestros distintos puntos de vista de una misma cosa, puede llegar a ser el mayor de nuestros “pegamentos”. Si podemos llegar a aceptar y valorar nuestras diferentes miradas, lo que en un principio parece restar, puede llegar a sumar. 
Y para ejemplo un cuento, el de “Los seis sabios ciegos y el elefante”: resumiendo la historia, estos sabios ciegos empiezan a palpar a un elefante. El primero toca el colmillo, por lo que cree que el animal es como una lanza; el segundo toca su cola, pensando que el elefante es como una cuerda; el tercero toca la trompa, pensando que es como una serpiente; el cuarto, la rodilla, indicando que es como un árbol; el quinto tocó la oreja y concluye que es como un abanico y el sexto toca el lomo y lo cree una pared fuerte y rugosa. Discuten, no se ponen de acuerdo, hasta que llega un séptimo sabio, que “ve” al elefante en su totalidad y les devuelve que cada uno tiene una “pieza” de verdad, y que la suma de todas ellas completa el “puzzle” del elefante.

La parte que “ve”, es nuestra parte consciente, esa que percibe la totalidad que a veces se esconde tras las distintas subjetividades.

 


Jaime Xicola

Vilanova i la Geltrú_Julio 2025

LIBRO

INTER_SUBJETIVIDAD
Un puente que une personas

Viaje a mí

Hoy escribo con el objetivo de mostrarme ante ti, y me pregunto: ¿Que parte de mí te voy a mostrar?
La invitación que se me ha hecho es a explicar mi especialidad terapéutica… especial_idad… o cualidad de especial, ¿en que soy especial, diferente, único e irrepetible? ¿En que acción se materializa mi ser original?

Últimamente estoy más por darle la vuelta a la tortilla, y al mirarme a mí, te veo a ti, veo a las otras. Atenderme, me lleva a atenderte, si me atiendo, te atiendo. Así que cuando me pregunto cual es mi especialidad terapéutica, me respondo que acompañarte a descubrir tu especialidad vital, cual es tu bendita diferencia.

 

Observo que a nivel socio_cultural hay, en general, una tendencia a la unificación de las personas, sin pasar por el necesario paso previo de la individuación. Y es que, como en el cuento de “la escuela de animales”, pareciera que los directores de nuestra “escuela” humana buscaran que todos sepamos y hagamos de todo, sin poner el foco en lo que se nos da mejor. La esencia de este cuento va de enseñar a todos los animales las mismas “materias”, es decir, nadar, volar, correr y trepar. Esto sin tener en cuenta por ejemplo que el águila es excelente en volar, pero un desastre en nadar, o que el mono es el que mejor trepa, pero el que peor vuela. Y en lugar de alimentar el potencial individual de cada cual, querer pasar a todos por el mismo molde. 
Incluso la diferencia puede ser castigada, menos_preciada, como ocurre en la escuela con el bullying, en el trabajo con el mobbing, o en ciertos núcleos familiares en los que si eres diferente, en oveja negra te conviertes, y de ahí al ostracismo hay solo un paso. 
Antes de exhalar, es necesario inhalar, un movimiento introspectivo para conocernos a nosotras/os y así poder dar lo mejor que tenemos. ¿Cómo puedo dar lo mejor de mí, si no sé cuales son mis talentos innatos? ¿Cómo puedo exhalar, si no tengo aire en mis pulmones?

 Y es que para poder llegar a realizarnos_completarnos en la comunidad, primero necesitamos saber quienes somos, cuales son nuestras potencialidades y sobretodo sobretodo, que hacemos con gusto y disfrute, que haríamos sin recibir una remuneración económica. 
Este es nuestro gran tesoro, este “conócete a ti mismo” abre las puertas de nuestros paraísos personales, y nos da acceso al gran Edén colectivo.

 

Por tanto, te comparto en esta intimidad que hemos creado entre escritor y lector/a, ahora que nadie nos escucha, que mi especialidad es la de crear espacios y tiempos para que las personas que solicitan mis servicios puedan re_descubrir su ser más auténtico, genuino y esencial. Te acompaño en tu viaje de vuelta, desandando lo andado y volviendo a tu Km 0.

¿Y esto cómo lo hacemos?
La filosofía_metodología gestáltica está en la base de los cimientos que sostienen este edificio. Entrenarnos en atención, presencia y responsabilidad. 
Luego está el re_conectar con nuestros/as niños/as interiores, re-conociendo y flexibilizando nuestra armadura caracterial, para así poder atravesarla. Y para esto, entrar en el estar Clown es un camino firme, seguro y divertido. Recuperar nuestro aspecto lúdico, de alegría y espontaneidad, ensayar una vida de mayor bienestar tras la máscara clown, para luego llevar “eso” a nuestro día a día. Y ensayar también el estar en nuestro punto 0, ese que nos permite ir parando nuestra reactividad neurótica y elegir libremente cual será nuestro siguiente paso.
Todo esto sin olvidarnos del cuerpo, de sus tres centros, mental_emocional_instintivo, de nuestro aspecto energético, teniendo cerca disciplinas orientales como el yoga y la meditación, y otras occidentales como la bioenergética.
Y por último, otra rama de este árbol, son los grupos de terapia para hombres, donde revisar nuestro legado patriarcal (muy erosionado ya por el tiempo), nuestros privilegios tan mal usados en el pasado, y actualizar nuestras masculinidades, en las que tanto se incluye nuestro aspecto más agresivo y combativo directo del planeta Marte, como nuestro lado más tierno y cuidadoso, procedente del planeta Venus que también nos habita internamente.

 

Así que te devuelvo, querido/a lector/a, la cuestión de inicio, ¿cuál es tu especial_idad? 
Dite a ti cual es tu valor, para que “sirves”, cuales son tus dones y talentos, en que eres única/o. 
Y si andas en medio de una niebla que no te deja ver el horizonte, ponte en contacto conmigo y damos un paseo, podemos hacer un tramo del camino juntos.


Jaime Xicola

Vilanova i la Geltrú_Agosto 2025

ESPECIAL_IDAD
Del Hacer al Ser, pasando por el Estar


Esta novela es un grito sincero y en defensa del propio reencuentro con uno mismo. Un viaje hacia las profundidades de tu propia imaginación, donde las posibilidades creativas son infinitas…
Es un saltar al vacío sin seguro de vida, pero con la certeza de que no existe otro camino de regreso hacia tu primer hogar…

 

Escrita en primera persona y tiempo presente, te permitirá ponerte en el lugar del héroe/heroína, en esta vuelta sin ida… un “como si” tú fueras él o ella.

 

 

"Y al otro lado del puente te encontrarás contigo, con el contigo más en contacto contigo"

-Jaco Chicoloco-

 

 

Si quieres saber más,

Contacta conmigo y te lo envio en PDF.

"El camino más corto para llegar de mi a ti, es dejando caer mis máscaras"
-Jaco Chicoloco-

 

 

¿El placer podría ser un antídoto al dolor? Unas gotitas homeopáticas de actitud dionisiaca, frente a la aridez de la vida, ¿podría ayudar a llevar mejor los duelos, la sanación de heridas, el cambio de actitudes y comportamientos enfocados a perpetuar un dolor antiguo, transformado ahora en sufrimiento interminable?
En relación a esto, la propuesta en este escrito es: como podemos dar uso a la técnica del clown en terapia, como llevarlo al proceso de las personas que acompañamos.

Hace unos 25 años entré en contacto con el clown a través de mi formación actoral, y ahí ya noté la potencia de sus efectos en mi sensibilización y didáctica de la gestión y expresión emocional, además de, sin saberlo, ir entrenándome en estar más en el presente. Aun no sabía nada de Gestalt u otras terapias humanistas.

Durante todos estos años, he ido experimentando y desarrollando su manejo, tanto conmigo mismo, como a la hora de trasmitirlo en grupos, y dar a conocer esta forma de “Estar”.
Y aquí introduzco el primer concepto básico en el que se asienta esta práctica, el de ESTADO. ¿Cómo es que digo estado y no “personaje”? El trabajo con el clown (como yo lo entiendo) no consiste en crear un personaje, no va de “ponerme cosas”, nuevas actitudes, comportamientos postizos o copiados, una determinada forma de mirar o caminar, un tono de voz excesivo, o de aprender formas de caer tropezando para “hacer risas”. Digo estado, porque lo que comparto en las sesiones, es el mapa que me lleva a un tesoro, un mapa que me enseña más a soltar que a coger, un tesoro que es Ser más. En realidad, este aprendizaje, es un des-aprendizaje, para así poder acceder a un estado no ordinario de la consciencia, o de la mente, que desarma mis defensas y me da un acceso más directo al corazón. 


¿Para qué? 
“Conocerse es olvidarse de sí mismo”. 
·Dogen Zenji, budista zen·

Este estado al que llego, es un lugar pre-caracterial, una zona intermedia entre la persona construida y el Ser que ya era. Al entrar en él, me coloco en un lugar de mayor cercanía a lo que soy realmente (mis habilidades, poténciales y carencias), más allá del velo de mi carácter. 


De esta manera, algo más desapegado de mis actitudes neuróticas, mecanismos de defensa, y demás armaduras para la supervivencia, vuelvo a la mirada del niño que fui en mi primera infancia, inocente, sin juicio, recupero la espontaneidad de una buena autorregulación organísmica, y vuelvo a mostrarme transparente, con el coraje y la fuerza que necesito para ello.
En realidad hablo de un desbloqueo energético, de un desatascar mis cañerías de lo sutil, y volver a disponer de un yo mismo más completo, de re-unir mis fuerzas, hasta ahora dispersas, y darles un uso más coordinado y constructivo. Esto en leguaje yóguico, es sinónimo de desbloqueo y activación de chakras. 
En definitiva, la práctica del clown, es una práctica energética.  
 
El segundo punto de exposición, es la utilización de todo este dispositivo psicológico-emocional, corporal y energético, en sesiones individuales de terapia gestalt.
Por mi experiencia, y tras muchos años de ensayo-error, he ido observando que el colocarnos, tanto la persona acompañada como yo, en este estado, y desde ahí “jugar” con los temas a trabajar-revisar, nos facilita profundizar, llegando a lugares, que de otro modo, posiblemente, hubiéramos tardado más tiempo. Además de hacerlo (y creo que esta es una de las grandes ventajas y puntos fuertes de este camino) desde un espíritu lúdico, amable y progresivo, que me permite conectar con el disfrute.
Colocarme la nariz de clown, me coloca en otro lugar, que en términos gestálticos, yo diría que es una forma de silla vacía: intercalando el lugar de estar en modo persona (mente, reactividad, inconsciencia), con el de estar en modo clown (inocencia, espontaneidad, presencia)

Y de esto, paso directamente al tercer concepto: la máscara como dispositivo físico, que sino expulsa del todo mi personalidad de este lugar de la inocencia, si que la coloca a una distancia suficiente, para poderla ver con más claridad y perspectiva. Esto me permite re-dirigir mis pasos hacía un estado de menor reactividad, y mayor libertad y elección.

 

 

Jaime Xicola

Revista AETG, nº45, "El dolor en primera persona"_Abril 2025

LA MÁSCARA QUE LE SUSURRABA A LAS ESENCIAS
o el uso del estado Clown en terapia

 

Publicado en la revista de la AETG, nº45_ Abril 2025